viernes, 9 de marzo de 2018

[Pasé el muro]


Para Rosario

Pasé el muro
Vuelvo a él y lo atisbo
Viejas serpientes levantadas
Sobre la piel de la piedra
Serpientes después del barro
El fuego el amor
El descuartizamiento
Juguetes de la infancia
Que abren sus ojos
Mientras atónitos
Los integrábamos
Nos integraban
A sus juegos
Aquellos del gozo
De la más sencilla
Y cotidiana eternidad
Vuelvo pues a mí mismo
Al olvido
A la muerte de mí mismo
Con el rabillo del ojo
Más bien lo oteo
Entre el fango
Entre la piedra
Entre las sobras de mi corazón
Todavía erguido



9 de marzo, en honor a mis padres, Lastenia y Teodoro.  Y hoy que cumplo 63 años; cuarenta de ellos dedicados a publicar poesía (Sin Motivo aparente, 1978).